Una buena lectura. Mediación y gestión de conflictos de la OSCE
Una diversidad de aspectos
Los lectores pueden seguir distintos caminos mediante la recopilación de análisis y estudios de casos, realizados por encargados de la elaboración de políticas, académicos y profesionales, todos ellos destacados expertos en situaciones de conflicto, incluidos mediadores que han trabajado para ONG internacionales o para la propia OSCE.
Pueden informarse acerca de la historia y el establecimiento institucional de la OSCE como foro de diálogo entre sus Estados participantes, como encargada de la mediación o de respaldar la mediación para resolver conflictos en la región y, por último, como facilitadora del diálogo sobre muchas cuestiones, conectando a agentes gubernamentales y de la sociedad civil de distintos Estados y dentro de un mismo Estado (David Lanz, Christina Stenner).
Pueden examinar más detenidamente la función de la OSCE como tercera parte mediadora en los diferentes procesos de solución de conflictos prolongados en la región: los Debates Internacionales de Ginebra que se ocupan de las consecuencias del conflicto de 2008 en Georgia (Teona Giuashvili y Jaba Devderiani), el proceso de arreglo del conflicto del Trans-Dniéster (Roxana Cristescu) y el proceso dirigido por el Grupo de Minsk para la resolución pacífica del conflicto de Nagorno Karabaj (Carey Cavanaugh, Zaur Shiriyev, Anahit Shrinyan).
Pueden concentrarse en la participación de la OSCE para hacer frente a la crisis en Ucrania y su entorno, un tema de gran interés para la opinión pública: tres estudios individuales examinan la creación del Grupo de Contacto Trilateral (Christian Schläpfer); la función de la Misión Especial de Observación de la OSCE en Ucrania (Hilde Haug); y las lecciones aprendidas del intento de iniciar un diálogo nacional, impulsado por la OSCE (Natalia Mirimanova).
Pueden informarse también acerca de los esfuerzos mucho menos conocidos de la OSCE para gestionar conflictos en Asia central, donde los conflictos de baja intensidad y los breves estallidos de violencia suponen un reto especial, que el autor, Pál Dunay, compara con la lucha de Don Quijote contra los molinos de viento.
Diversos autores avanzan o retroceden en el tiempo, bien para contar la historia de la OSCE como facilitadora del diálogo desde sus comienzos (Laurien Crump) o bien para estudiar escenarios futuros (Oleg Shakirov).
Otros brindan la oportunidad de examinar la labor de mediación de la OSCE a través de prismas nacionales, de Azerbaiyán (Zaur Shiriyev), Armenia (Anahit Shrinyan), Rusia (Oleg Shakirov) o los Estados Unidos (Philip Remler, Matthew Rojansky).
Aspiración: hacer un diagnóstico
El objetivo de la publicación va más allá de ofrecer una descripción de la labor mediadora de la OSCE, aspira a hacer un diagnóstico. Como editora jefe invitada, Anna Hess Sargsyan, encargada de la introducción y del resumen final, señala que a veces se critica a la OSCE por su ineficacia como mediadora, se trata del típico cruce de acusaciones entre las partes, los mediadores o la propia OSCE. El objetivo de recopilar información, dice, es “desentrañar los argumentos demasiado simplificados a la luz de las idiosincrasias de los distintos conflictos, las peculiaridades de los respectivos procesos de paz, los marcos institucionales en los que se desarrollan esos procesos y la repercusión de las condiciones geopolíticas en las dinámicas tanto del conflicto como del proceso de paz”.
La pregunta de hasta qué punto el aumento de las tensiones existentes entre Rusia y los países occidentales está afectando la labor de mediación de la OSCE fue, según Sargsyan, el catalizador de esta publicación. Pero los análisis de los diversos autores revelan que ese es solo uno de los factores que obstaculizan la efectividad de los procesos de mediación. El hecho de que no se obtengan beneficios apreciables o la preocupación por la pérdida de poder de las partes en el conflicto y también de terceras partes mediadoras, pueden poner en peligro la voluntad política de tratar de hallar una solución. Otros impedimentos identificados y debatidos son la dificultad para abordar algunos conflictos y las limitaciones institucionales de la OSCE, como por ejemplo el que buena parte de sus instrumentos estén obsoletos, al haber sido elaborados para responder a las realidades de la Guerra Fría.
Un hilo conductor que puede seguirse en los distintos artículos es la cuestión relativa al modo de evaluar la regla de la OSCE de adopción de decisiones por consenso, que incluso en ocasiones el mismo autor considera a la vez como una garantía de la imparcialidad de la Organización y como un obstáculo para su libertad de acción. ¿El consenso es una bendición o una maldición para la labor de mediación de la OSCE? Probablemente no sea casualidad que en la publicación la última palabra la tenga Laurien Crump, partidaria de regresar a la premisa básica: que los esfuerzos de los Estados participantes para intentar llegar a un consenso sobre cuestiones fundamentales que siguen dividiéndolos es una condición indispensable para superar el estancamiento de los diversos procesos de mediación en conflictos individuales.
Mirando al futuro
Uno de los aspectos más destacados de esta publicación es que deja muy claro lo que no pretende ser. No pretende ser un intento de encajar la compleja realidad de la labor de mediación de la OSCE en ningún paradigma de la literatura académica actual. Trabaja deliberadamente con una amplia definición de mediación que permite observar los esfuerzos de mediación de la OSCE cuyo único resultado ha sido el cese de la violencia, en el marco de un proceso ininterrumpido que va desde la gestión hasta la resolución de conflictos.
La publicación no pretende dar recetas definitivas para superar los retos descubiertos por los autores. Aunque en los estudios de los diferentes casos se hacen recomendaciones para mejorar las prácticas de mediación de la OSCE, lo que se pretende es plantear a los lectores preguntas clave cuyas respuestas precisan más reflexión, dice Sargsyan.
La nota final de su resumen es optimista: “Revertir las trabas institucionales, sortear los obstáculos políticos y madurar la voluntad geopolítica de las partes, contando con la disposición adecuada de una tercera parte, son retos tangibles que pueden superarse si existe la suficiente decisión, competencia y compromiso por parte de todos los implicados”.
Lo que nos ofrecen esas ediciones especiales es una gran cantidad de orientaciones que pueden seguir los que deseen dar prioridad a la solución política de los conflictos en el área de la OSCE por encima de la violencia y la destrucción.
Mediación y gestión de conflictos de la OSCE: Desentrañando las complejidades de la mediación de la OSCE. Seguridad y Derechos Humanos, publicación especial, volumen 27, Nº 3-4, 2016. Publicado por el Comité de Helsinki de los Países Bajos, Brill Nijhoff, Leiden.
La introducción y el capítulo final están disponibles en línea en “Security and Human Rights Monitor”, una plataforma plurifacética que analiza la labor de la OSCE, así como los retos para la seguridad y los derechos humanos que tienen su origen en la región de la OSCE y fuera de ella. www.shrmonitor.org.
Construyendo una Comunidad
Tu Opinión
Agradecemos tus comentarios sobre asuntos de seguridad. Los comentarios seleccionados serán publicados. Envía tu opinión a: oscemagazine@osce.org.
Aportaciones
Agradecemos aportaciones sobre aspectos político-militares, económicos y medioambientales o de seguridad humana. Los textos recibidos pueden ser editados. Contacte con oscemagazine@osce.org