Historia
Tras reunirse durante dos años en Helsinki y en Ginebra, la CSCE acordó el Acta Final de Helsinki, que se firmó el 1 de agosto de 1975. Este documento incluía una serie de compromisos clave acerca de cuestiones político-militares, económicas y medioambientales y de derechos humanos que habían pasado a ser el núcleo del denominado “proceso de Helsinki”. En él se establecieron también diez principios fundamentales (el “Decálogo”) que rigen la conducta de los Estados hacia sus ciudadanos, así como entre ellos.
Hasta 1990, la CSCE funcionó sobre todo mediante una serie de reuniones y conferencias que se basaban en los compromisos de los Estados participantes y los ampliaban, al mismo tiempo que revisaban periódicamente su cumplimiento. Sin embargo, con el fin de la Guerra Fría, la Cumbre de París de noviembre de 1990 reorientó la trayectoria de la CSCE. Con la Carta de París para una Nueva Europa, se pidió a la CSCE que asumiera su papel en la gestión de las transformaciones históricas que estaban teniendo lugar en Europa y reaccionara ante los nuevos retos del período posterior a la Guerra Fría; como resultado de ello, se dotó de instituciones permanentes y de capacidades operativas.
Como parte de ese proceso de institucionalización, la CSCE pasó a denominarse OSCE en virtud de una decisión de la Cumbre de Budapest de Jefes de Estado o de Gobierno en diciembre de 1994.
Se puede obtener más información acerca de la OSCE y de su labor aquí.