Desarrollo sostenible y seguridad – El programa mundial y su reflejo en la OSCE
“El primer paso en la creación de una base más satisfactoria para gestionar las interrelaciones entre la seguridad y el desarrollo sostenible es ampliar nuestras miras”. Esas palabras fueron publicadas hace 30 años en el informe titulado “Nuestro futuro común”, también conocido como Informe Brundtland. Muchas de las conclusiones de ese informe, en el que se acuñó la expresión “desarrollo sostenible”, siguen siendo válidas actualmente.
El Informe Brundtland mostraba que no solo las amenazas políticas y militares pueden desencadenar conflictos, también pueden hacerlo la degradación medioambiental y la falta de posibilidades de desarrollo. Decía asimismo que las amenazas para la seguridad medioambiental requieren respuestas multilaterales.
Desde entonces han pasado tres decenios de compromiso mundial con el desarrollo sostenible. Dos hitos importantes fueron la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992 y la adopción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2000, cuyo resultado fue la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que fueron adoptados por 193 países en la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible celebrada en Nueva York en septiembre de 2015, que duró tres días.
La afirmación por la OSCE del vínculo entre la seguridad y el medio ambiente es muy anterior al Informe Brundtland (se remonta al Acta Final de Helsinki de 1975). Paralelamente al debate global, la OSCE ha desarrollado su labor en ámbitos tan diversos como la gestión de los recursos hídricos, la reducción del riesgo de catástrofes, el cambio climático, la gestión de residuos y la seguridad energética. La Agenda 2030 brinda a la OSCE la oportunidad de evaluar y reforzar su papel en la promoción de la agenda global para el desarrollo sostenible.
Por un planeta sostenible
Hay 17 objetivos de desarrollo sostenible, centrados en cinco temas importantes: las personas, el planeta, la prosperidad, la paz y las alianzas. Todos ellos definen ámbitos en los que la OSCE, como mayor organización del mundo en materia de seguridad, está logrando cambios positivos. Si nos centramos solo en el planeta, podemos señalar siete ODS en los que la OSCE está aportando su contribución.
Agua limpia y saneamiento Objetivo 6 – “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”: La OSCE promueve la buena gobernanza del agua por sus Estados participantes y los apoya en la gestión conjunta de los recursos hídricos. La firma del Tratado del Dniéster entre Moldova y Ucrania; la creación de la Comisión de la cuenca del río Chu-Talas, en la que participan Kazajstán y Kirguistán; la facilitación de las negociaciones entre Azerbaiyán y Georgia para lograr un acuerdo bilateral sobre la cuenca del río Kura; y el fomento de la cooperación entre Tayikistán y Afganistán en materia de recursos hídricos, son algunos de sus logros.
Energía asequible y no contaminante Objetivo 7 – “Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos”: En la OSCE están representados los países más importantes en los ámbitos de producción, tránsito y consumo de energía, para dialogar y cooperar en materia de seguridad energética. Intercambian información y prácticas recomendables sobre energía sostenible y renovable, y sobre eficiencia energética. Un ejemplo de ello es el recientemente publicado Manual sobre la protección de las redes eléctricas frente a catástrofes naturales.
Ciudades y comunidades sostenibles Objetivo 11 – “Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”: La OSCE ayuda a sus Estados participantes a incrementar su resistencia frente a los desastres, mejorando la mentalización de las comunidades acerca de los riesgos y fomentando su capacidad para mitigarlos, inclusive mediante alianzas con municipios vecinos del otro lado de la frontera (entre Albania y Montenegro, Bosnia y Herzegovina y Serbia, y Kirguistán y Tayikistán). Colabora en la restauración de ecosistemas para mitigar el riesgo de inundaciones en la cuenca del río Dniéster, y en la gestión de los incendios forestales en la región del Cáucaso meridional, en la Zona de exclusión de Chernobyl y en Mongolia.
Producción y consumo responsables Objetivo 12 – “Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”: Una de las metas de este objetivo es la gestión racional de productos químicos y residuos desde el punto de vista medioambiental. La OSCE trata de resolver el problema de las minas de uranio en Asia Central y de los antiguos lugares de almacenamiento de residuos industriales en Armenia y Georgia, ambos herencia de la era soviética. Refuerza las capacidades nacionales para prevenir el tráfico ilícito de residuos peligrosos y ayuda a mitigar los nuevos riesgos dimanantes del uso de pesticidas ilegales.
Acción por el clima Objetivo 13 – “Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos”: La OSCE analiza y mejora la concienciación política acerca de los efectos del cambio climático en la seguridad. Identifica lugares geográficos que se verán más afectados por dichos efectos y orienta el desarrollo de estrategias de adaptación transfronterizas.
Paz, justicia e instituciones sólidas Objetivo 16 – “La promoción de sociedades justas, pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, la provisión de acceso a la justicia para todos y la construcción de instituciones responsables y eficaces a todos los niveles”: Esos objetivos han sido la fuerza impulsora de la labor de apoyo de la OSCE a la aplicación de la Convención de Aarhus sobre el acceso a la información, la participación del público en la toma de decisiones y el acceso a la justicia en asuntos ambientales. Desde 2002, la OSCE ha estado facilitando la creación y el funcionamiento de Centros Aarhus (actualmente hay 60 Centros en 14 Estados participantes de la OSCE). La red de Centros Aarhus brinda la oportunidad de mejorar la mentalización acerca de los ODS y asegura la responsabilidad local en su aplicación.
Alianzas para lograr los objetivos Objetivo 17 - “Incrementar los medios de aplicación y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible”: La OSCE ha establecido asociaciones con las Naciones Unidas y con muchas otras organizaciones para hallar respuestas eficaces a los retos tradicionales y a los emergentes en el ámbito medioambiental. Su asociación desde 2003 con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas y con el Centro Regional de Medio Ambiente para Europa Central y Oriental, en el marco de la Iniciativa de Medio Ambiente y Seguridad (ENVSEC) permite la adopción coordinada de medidas medioambientales.
Próximos pasos
Todas esas actividades vinculan la seguridad y el medio ambiente, y contribuyen al logro de los ODS. Pero la OSCE aún puede hacer más. Con sus interlocutores políticos y sus homólogos de la sociedad civil en los 57 Estados participantes y en los 11 países Socios mediterráneos y asiáticos para la Cooperación, y con su red de operaciones sobre el terreno en cuatro regiones distintas (Europa sudoriental, Europa oriental, el Cáucaso meridional y Asia Central), la OSCE puede mantener los ODS en un lugar destacado de los programas políticos y mostrar sus beneficios para la seguridad.
Un próximo paso práctico podría ser utilizar una lupa o un marcador de ODS en las actividades de la OSCE de planificación, aplicación, supervisión y presentación de informes, para resaltar su contribución a ODS concretos.
Un análisis minucioso del estado y las perspectivas de la contribución de la OSCE a la Agenda 2030 en todos los ámbitos de su labor, quizás realizado en un curso práctico interdimensional, podría generar ideas para fomentar la paz y el desarrollo sostenible.
Por último, la OSCE podría contribuir al seguimiento y la revisión de la aplicación de los ODS; a nivel nacional, con la ayuda de las operaciones sobre el terreno (a petición de los Estados participantes); a nivel regional, contribuyendo al proceso de revisión dirigido por la CEPE de las Naciones Unidas; y a nivel mundial, en conexión con las reuniones anuales de revisión del Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas. Todo ello podría seguir ampliando y demostrando el papel que desempeña la OSCE como precursora en la tarea de reforzar el vínculo entre el desarrollo sostenible y la seguridad.
Esra Buttanri es Asesora Superior en Asuntos Medioambientales de la Oficina del Coordinador de las Actividades Económicas y Medioambientales de la OSCE.
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