“Cuando la gente se une y trabaja en la misma dirección, se obtienen buenos resultados”.
Entrevista a Kaana Aidarkul, Presidenta de la Asociación Kirguisa de Mujeres en el Sector de la Seguridad
Durante el último decenio, las mujeres han desempeñado un papel cada vez más importante en la aplicación de la ley en Kirguistán. La Asociación Kirguisa de Mujeres Policías lleva desarrollando su actividad desde 2010. Con la creación de la Asociación Kirguisa de Mujeres en el Sector de la Seguridad, en 2017, se amplió la promoción de la mujer para incluir también a las que trabajan en otras esferas relacionadas con la seguridad. La Dra. Coronel Kaana Aidarkul, profesora de la Academia de Policía de Kirguistán durante los 20 últimos años, ha presidido ambas organizaciones desde sus inicios.
¿Cómo comenzó su labor de promoción del papel de la mujer en la policía?
Después de que Kirguistán consiguiera la independencia, en 1991, iniciamos la senda democrática hacia el desarrollo. Era necesario tomar distancia de las funciones punitivas ejercidas anteriormente por las fuerzas policiales. El año 2010 fue muy difícil para nuestro país debido a los episodios sangrientos, los disturbios y los cambios de poder que se produjeron. Esos sucesos demostraron que las mujeres, especialmente las mujeres policías, eran extremadamente vulnerables y que necesitábamos unirnos.
Los dirigentes del país, representados por Roza Otunbayeva, Presidenta de Kirguistán durante el período de transición, apoyaron ese planteamiento. Finalmente y como resultado de todo ello, se puso en práctica la idea de crear una asociación de mujeres policías, que se había estado madurando durante mucho tiempo. El 1 de octubre de 2010 celebramos una conferencia fundacional y, junto con una serie de oficinas regionales, creamos la Asociación Kirguisa de Mujeres Policías. Al año siguiente, ya pudimos adherirnos a la Asociación Internacional de Mujeres Policías.
Al principio, la gente no entendía por qué estábamos creando la asociación y para qué servía. En aquella época, las mujeres trabajadoras iban a la zaga de los hombres en cuanto a formación avanzada y promoción; no se las tenía en cuenta.
Hay muchos estereotipos en la sociedad, especialmente en lo que concierne al trabajo policial. Muchas personas creen que si una mujer trabaja en la policía es porque no ha logrado formar una familia y no tiene hijos. Durante los ocho últimos años hemos trabajado mucho para mejorar la profesionalidad de las agentes de policía.
¿De qué manera ha cambiado su asociación la vida de las mujeres policías?
Solía haber departamentos de policía de distrito en los que no había ni una sola mujer entre sus empleados. Las mujeres solo ocupaban el diez por ciento de los puestos de trabajo y nunca eran candidatas al premio de “empleado del año”. Sin embargo, en otras partes del mundo ya se estaban aplicando políticas de género y se tenían en cuenta las necesidades de las empleadas de uniforme.
No disponemos de un sindicato propio en la policía y, por ese motivo, durante mucho tiempo no se plantearon cuestiones sociales. Pero empezamos a hablar de esas cosas. Hicimos uso de todos los medios a nuestra disposición para velar por que la oficina del Defensor del Pueblo respetara los derechos y la posición de las mujeres policías. Organizamos una serie de mesas redondas y presentamos nuestras propuestas a los altos cargos.
Un área importante de nuestro trabajo consiste en la puesta en práctica de la normativa en materia de género en todo el país. Entre las medidas más importantes que hemos tomado se encuentran los cambios en la cultura administrativa y la creación de condiciones de trabajo favorables para las mujeres empleadas en lo que respecta a la contratación, la promoción profesional y la influencia.
Estamos mejorando las cualidades de liderazgo de nuestros miembros y consiguiendo que tengan más confianza en sí mismas. Ahora se han dado cuenta de que también pueden realizar tareas operativas o analíticas, y no solo servir café. De hecho, las mujeres nos estamos convirtiendo en la envidia de muchos hombres, porque nos hemos vuelto más amables, seguras de nosotras mismas y profesionales.
La decisión de ampliar nuestra labor para incluir no solo a las mujeres policías sino también a las que trabajan en otras esferas del sector de la seguridad se remonta al 2 de marzo de 2017, cuando fundamos la Asociación Kirguisa de Mujeres en el Sector de la Seguridad (KAWSS).
¿Por qué es importante la promoción del papel de la mujer en todo el sector de la seguridad?
Actualmente, en nuestro país se están llevando a cabo reformas en todos los organismos encargados de hacer cumplir la ley, en el sistema judicial y en el ámbito de la defensa. Esta tarea consiste en restablecer la confianza de los ciudadanos en los organismos gubernamentales. La creación de la KAWSS el año pasado tuvo lugar en el momento perfecto para que las mujeres pudieran participar en este proceso. Nuestro país necesita ahora una amplia gama de opiniones, y más de la mitad de su población son mujeres.
La profesionalidad y las aptitudes que las mujeres aportan a su trabajo pueden contribuir en gran medida a la prevención de diversos delitos, incluida la radicalización violenta de la sociedad y la promoción de la lucha contra la corrupción, así como a otras áreas extremadamente sensibles. Las mujeres pueden resolver muchas cosas y lograr resultados prometedores aplicando un enfoque polifacético.
La KAWSS actúa a modo de puente entre los organismos gubernamentales y la sociedad civil. Es importante que cuando los ciudadanos acudan a los funcionarios, se les trate con sensibilidad de género.
¿Cómo coopera la KAWSS con la OSCE?
Desde el momento en que concebimos la idea de crear la KAWSS, el Jefe de la Oficina de Programas de la OSCE en Bishkek, Pierre von Arx, nos dio todo su apoyo. Sin el respaldo de la OSCE, su creación habría llevado mucho más tiempo.
La OSCE ha desempeñado un papel importante en la promoción de nuestra labor, ayudando a la creación de la Asociación de Mujeres Policías, poniéndonos en contacto con organizaciones internacionales y facilitando nuestra participación en actividades de capacitación. Me enorgullece decir que miembros de nuestra asociación colaboraron con expertos de la OSCE, agentes de policía y el público en general para llevar a cabo dos proyectos que dieron lugar a la aprobación, por decreto gubernamental, de reglamentos oficiales que están teniendo un papel importante en las actuales reformas policiales. Uno de ellos se refiere a los mecanismos de interacción entre los organismos de asuntos internos y las instituciones de la sociedad civil de Kirguistán. El otro tiene que ver con las bases para un sistema integral de evaluación del desempeño de la labor policial.
¿Ha podido hacer partícipes de su éxito a mujeres policías de otros Estados participantes?
Después de fundar la KAWSS nos preguntamos: ¿por qué no ampliar nuestra cooperación incluyendo a compañeras de los países vecinos? En marzo de 2018 celebramos una conferencia para conmemorar el primer aniversario de la Asociación e invitamos a representantes de las repúblicas vecinas de Asia Central. Asistieron representantes de Uzbekistán y Tayikistán, y decidimos establecer una cooperación más permanente.
Resultado de todo ello ha sido la conclusión de un Memorando de Entendimiento con el Comité de la Mujer de la República de Uzbekistán. Tuvimos una reunión muy productiva con la presidenta de esta organización, la Viceprimera Ministra de la República de Uzbekistán, Tanzila Kamalovna Narbaeva. Actualmente se están desarrollando actividades conjuntas específicas, como organización de reuniones, conferencias científicas, intercambios de especialistas y delegaciones, creación de grupos de trabajo conjuntos, y consultas bilaterales. Esto nos beneficiará a todos. Cuando la gente se une y trabaja en la misma dirección, se obtienen buenos resultados.
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